Se recomienda mantener toda la tecnología fuera del dormitorio, para impedir que las ondas electromagnéticas alteren el descanso. Además de no revisar las redes sociales o el correo antes de dormir, expertos incluso desaconsejan mantener el celular en la mesa de noche y recomiendan apagar por completo televisores, routers, y  etc.

Abrir las ventanas para recibir aire natural del exterior permitirá que las sábanas se refresquen y aireen, además renovará la energía completa de la habitación y el aire que respiras. Lo ideal es hacerlo a comienzos de cada mañana antes de hacer la cama, para garantizar una atmósfera saludable.

La luz debe ser suave y cálida, ya que la intensidad de la iluminación está directamente relacionada con la calidad del sueño que podrás concebir en un espacio determinado. Por eso debes evitar la luz general blanca y estridente, más bien conviene inclinarse por lámparas de pared o en la mesa de noche, con focos más suaves que inviten al descanso.

Menos es más. Una gran cantidad de muebles, accesorios y elementos de decoración suele generar sensaciones de desorden y desequilibrio, que ahuyentan un verdadero descanso. Mientras menos mobiliario tengas, más descansarás al dormir. 

Es importante asegurarse de tener un colchón adecuado para nuestro peso y tamaño, para poder conseguir un descanso de calidad. Además debes estar atento a posibles dolores de cuello y espalda al despertar, ya que pueden ser señales claras de que necesitas un colchón nuevo. La calidad de las almohadas también incide en la calidad del sueño.

Nada en exceso es bueno. Y esta premisa aplica para el frío y el calor, ya que  el clima de tu dormitorio es fundamental para lograr un sueño reparador. En climas fríos se suele recomendar calefacción y edredones para abrigarse, pero en Panamá el panorama es totalmente distinto y generalmente se requieren abanicos o aires acondicionados para hacer frente al calor predominante durante la mayoría del año.