La industria inmobiliaria residencial es considerada uno de los sectores más seguros para invertir. Además de ser un mercado en crecimiento, como inversionista no estás a la merced de fuerzas volátiles que pueden diluir tu capital de la noche a la mañana, como puede ser el caso del mercado de valores y divisa entre otros. Cuando inviertes en bienes raíces tienes un activo valorizado. El mismo puede atravesar valles y picos, pero los inmuebles residenciales siempre se recuperan y mantendrán su valor a lo largo del tiempo.

Debido a la inflación, tu capital actual no podrá adquirir el mismo valor en bienes que en diez años. Por esto debemos encontrar estrategias apropiadas para invertir y lograr proteger nuestro dinero del inminente incremento de la inflación y el aumento de precio de los productos y utilidades. Invertir en bienes raíces residenciales es una excelente forma de lograrlo, ya que la inflación va de la mano con el aumento del valor de las propiedades y la renta que se puede generar del alquiler de las mismas.

Con los bienes raíces inmobiliarios existe una mayor oportunidad de retornos sostenidos a largo plazo. Esto se debe principalmente a que la población siempre va en aumento, por lo que la demanda incrementa mientras que la oferta de tierra e inmuebles es limitada. Evidencia de este equilibrio es el gran número de nuevas propiedades que salen al mercado cada año para satisfacer la demanda.

Uno de los mayores beneficios de adquirir una propiedad residencial es el flujo de caja mensual que esta pueda generar por medio de la renta del mismo. Así el inmueble no solo produce ganancias a través de su plusvalía, sino también por medio del ingreso mensual, el cual irá en aumento a pasar del tiempo junto al valor de la propiedad en sí.

Existen pocas inversiones que te permiten adquirir bienes valorizados por arriba del capital disponible para invertir. En el mercado de bienes raíces, por medio de la financiación, puedes invertir en una propiedad aportando tan sólo una fracción de su valor. Más allá, esto permite no tener que mantener atado gran cantidad de efectivo y utilizarlo para crecer tu portafolio en diferentes inversiones.

A pesar de que los bienes raíces residenciales se valoran de forma natural (en promedio de 3% – 5% anual), es posible aumentar el ritmo de dicha valorización a través de mejoras y renovaciones a la propiedad. Es importante considerar qué tipo de mejoras aumentan la plusvalía del inmueble, aunque hasta pequeñas remodelaciones cosméticas pueden aumentar  drásticamente el valor del mismo.

Los inversionistas de bienes raíces residenciales pueden beneficiarse de las ventajas fiscales al adquirir y mantener una propiedad. Algunas de las posibles deducciones son los pagos de intereses a la hipoteca, gastos de mantenimiento, depreciación de la propiedad e impuestos del inmueble.