Cuando alquilas una propiedad, el dinero que pagas cada mes cubre la ocupación del inmueble, pero no se traduce en una inversión tangible. Básicamente haces pagos significativos que solo te permiten habitar el lugar por un tiempo determinado.
Por el contrario, si decides comprar una casa o apartamento, tendrás una propiedad a tu nombre que con el paso del tiempo te devolverá la inversión inicial con creces o servirá como patrimonio para tu familia.

Si en este momento no tienes capacidad económica o no deseas invertir tu capital para pagar un inmueble de contado, puedes optar por un financiamiento que te brindará un cómodo plan de pagos que se ajuste a tu realidad familiar. Puedes consultar con varios bancos para conocer sus opciones en intereses y plazos de hipotecas, para que escojas la propuesta que más te convenga según tu proyecto de vida.
Ten presente que al comprar tu apartamento nuevo mediante un financiamiento bancario, debes planificar tu bolsillo para pagar la letra de cada mes. ¿Sabes qué porcentaje de tu salario deberías destinar al pago de la hipoteca? Te lo contamos aquí

Si te asesoras bien al momento de escoger el apartamento o casa que vas a comprar, la cuota mensual que pagarás por la hipoteca en muchos casos puede ser menor que el monto que necesitarías para poder alquilar una propiedad con las mismas amenidades y ubicación. Esto significa que tendrás un ahorro importante cada mes, que podrás destinar a otras necesidades o intereses de tu familia.
A pesar de cierta incertidumbre que ha ocasionado la pandemia de Covid-19, los especialistas aseguran que las épocas de crisis son favorables para invertir en inmuebles y en este enlace conocerás las principales razones.

Cuando realizas una remodelación en un apartamento o casa propia, la ganancia de tu inversión se quedará en tu propio bolsillo como parte del valor agregado de tu vivienda. Esto arrojará frutos si decides alquilarla o venderla en el futuro, porque elevará la apreciación del inmueble en el mercado ante los compradores.
Por otra parte, cuando se alquila un inmueble, generalmente hay restricciones para poder hacer ajustes o remodelar aspectos que te permitirían tener mayor comodidad para tu familia o un hogar más acorde a tus gustos o preferencias estéticas. Incluso si logras que te autoricen para hacer alguna mejora y personalizar un poco los espacios, lo más probable es que al final va a beneficiar al dueño de la vivienda, porque el inmueble le pertenece.