Es importante tener una idea clara de la meta final antes de empezar a trabajar. Un buen plan de presupuesto debe incluir planos, diseños, plazos de trabajo, materiales, etc. Es importante que indagues y determines cuánto y cómo quieres gastar tu dinero. 

Si estás trabajando con un presupuesto limitado, elige los elementos más importantes para TI dentro de tu futuro hogar. Mantén tus metas presentes para así no distraerte con pequeños proyectos que pueden esperar. De esta forma sabrás en qué aspectos puedes escatimar de ser necesario para así poder derrochar en los que no son negociables. 

Tu presupuesto debe incluir gastos de construcción, diseño, muebles y decoración. Sin embargo, hay muchos otros gastos que debes considerar al hacer un presupuesto realista: costos de financiamiento, gastos de mudanza, gastos legales, entre otros. Trata de que todos estos montos estén lo más apegados a la realidad posible.  

Si puedes evitarlo, nunca pagues precio regular. Utiliza cupones, ofertas y descuentos especiales para hacer todas tus compras. Lograrlo conlleva trabajo, ¡pero vale la pena! No te conformes con el primer precio que te ofrezcan, cotiza en diferentes locales comerciales y compara los precios online.

Desde el arquitecto hasta el plomero, debes emplear contratistas que respeten tu visión, tus prioridades y tu presupuesto. No siempre el presupuesto más bajo es el mejor, ya que puede ser que la estimación no sea realista y aumente a lo largo del proyecto, o que se comprometa la calidad del trabajo por precio lo que conlleva a mayores gastos imprevistos en el futuro.

“Ya que vamos a cambiar el piso de la cocina, debemos pintar las paredes”. Aunque un par de cientos de dólares no parezca que hagan la diferencia, este tipo de “pequeños” ajustes o mejoras rápidamente harán que tu presupuesto colapse. Mantente enfocado en tus metas y plan inicial.

En cada fase del proyecto verifica que te estés manteniendo dentro del monto presupuestado y así detectar excesos a tiempo. Puedes hacerlo de forma manual en un cuaderno o descargar alguna aplicación para el seguimiento de presupuestos en tu teléfono o tablet. 

Aunque te planifiques de forma meticulosa siempre pueden aparecer gastos repentinos e inesperados. Prepara un plan de contingencia de por lo menos 10% de tu presupuesto para mitigar este tipo de gastos.